Calle Mallorca

Con 207 m² construidos, este piso completamente reformado conserva elementos originales del modernismo catalán como los techos de volta catalana y algunas vidrieras centenarias, que aportan autenticidad a una intervención que respira actualidad. El pavimento combina suelos de estilo hidráulico enmarcados como alfombras y tarima de madera natural — inspirados en los patrones clásicos de la época. Todo se integra con naturalidad en una propuesta estética cálida, funcional y elegante. Aquí, cada decisión de diseño se toma con intención: para elevar la experiencia cotidiana sin renunciar al carácter original del espacio.El salón-comedor se abre al exterior a través de balcones con vistas a la Casa Francesc Farreras, joya modernista catalogada. La cocina, semiabierta y conectada visualmente con la zona de día, invita a disfrutar de la vida con calma y estilo. La luz entra por dos fachadas, bañando las estancias a lo largo del día y reforzando la sensación de amplitud, serenidad y calidez.

En la zona de noche, tres dormitorios dobles —dos de ellos en suite— ofrecen refugio y privacidad. La máster suite, con casi 50 m², combina galería acristalada, chimenea decorativa y vistas a un patio interior típico de l’Eixample, con vegetación y una icónica chimenea industrial. Un rincón que respira calma, luz tamizada y autenticidad.

La finca, perfectamente conservada, mantiene su esencia modernista con un ascensor original de madera y hierro forjado, portería con vidrieras de época y detalles que hablan del pasado con orgullo.

A un paso del Passeig de Gràcia, rodeada de arquitectura icónica, restaurantes con estrella Michellin y boutiques de diseño, esta vivienda permite vivir el centro de Barcelona desde la tranquilidad de un hogar pensado para perdurar.

Una vivienda con alma, donde la historia se encuentra con el confort. Reformada por Neodomos. Lista para entrar a vivir. Lista para empezar a disfrutar.